TEMA
4: LAS REVOLUCIÓN LIBERALES II (1814-1871). NACIONALISMOS Y LIBERALISMO.
2. EL LIBERALISMO
1.-
LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN.
1.1
El Congreso de Viena (noviembre 1814-junio 1815). La reorganización de Europa y
la Santa Alianza.
Las
consecuencias de la Revolución:
La
Revolución Francesa había dinamitado los
fundamentos de la Europa del Antiguo Régimen aparte de haber llevado a la
guerra a casi toda Europa. Esto había supuesto un verdadero cataclismo que se
concretaba en dos aspectos:
1.
Se
alteraron los principios políticos de los estados conquistados exportando
muchas de las ideas de la Revolución Francesa.
2.
Cambió
el mapa de Europa, alterando las fronteras, creando estados...
Cuando al fin se
derrotó a Napoleón era necesario volver
a recomponer el continente y para eso se convocó un gran congreso al que
acudieron todas las grandes potencias para decidir el futuro de Europa, el Congreso
de Viena.
Convocatoria
del Congreso: El impulsor del Congreso fue
Metternich, Primer Ministro de Austria y uno de los grandes estados que se
habían impuesto en las guerras napoleónicas. Además asistieron Gran Bretaña, Rusia, Prusia, Francia… En 1815
todo estaba dispuesto y las reuniones pudieron empezar.
Los
principios del Congreso y del Sistema de la Resturación:
a) Equilibrio.- indispensable
para garantizar la paz en Europa. Ninguna potencia puede ni debe expandirse a
costa de otras. Rechazo a las conquistas e imperios territoriales.
b) Legitimidad.- consideran
que las revoluciones y conquistas napoleónicas han sido un corte en la historia
natural de los países, cuyos regímenes legítimos son las monarquías históricas
y absolutas.
c) Intervención.- Las
potencias firmantes en el Congreso tienen la potestad de intervenir allí donde
surjan movimientos revolucionarios que puedan afectar al equilibrio de Europa.
Objetivos:
Los objetivos del Congreso iban en
dos direcciones:
1)
Volver
a la Europa de antes de la Revolución Francesa es decir:
a)
Antirrevolucionaria: Se
pretendía anular los efectos de la Revolución Francesa, borrarla de Europa como
si nunca se hubiera producido volviendo al estado político y social del Antiguo
Régimen
b)
Monárquica: Se consideraba
que el único gobierno legítimo era el de los monarcas absolutos, por eso se
restauran en su trono a los monarcas que había depuesto Napoleón, así por
ejemplo, los Borbones vuelven a los gobiernos de Francia, España o de las Dos
Sicilias.
c)
Cristiana: Se consideraba que
la religión era un garante de estabilidad, al fin y al cabo una de los
principales argumentos de afirmación de la monarquía era el derecho divino, por
eso se apela a la solidaridad cristiana de los diferentes reyes europeos. Al
laicismo revolucionario, licencioso y corrupto, se opone la moralidad religiosa
de las monarquías.
2) Hacer un mapa europeo estable: También era necesario volver a fijar
las fronteras europeas y hacer un sistema que cumpliera dos objetivos:
a) Compensar a las potencias que habían
derrotado a Napoleón y que por lo tanto habían salido fortalecidos en su poder
b)
Crear un mapa estable ya que una situación de enfrentamiento en Europa podría
dar vía libre a los revolucionarios. Los problemas, de haberlos, se
solucionarían por la vía diplomática.
Decisiones
del Congreso: En función de estos
objetivos se tomaron las siguientes decisiones
1)
Santa Alianza: Para conseguir mantener la revolución
bajo control, se dieron cuenta de que tenían que actuar unidos. Todos los
estados había visto el potencial de contagio que tenían los ideales
revolucionarios, por eso la insurrección en cualquier país era problema de
todos. Así se deciden a crear un sistema de solidaridad monárquica y cristiana,
la Santa Alianza, que se comprometía a ayudar a cualquier estado amenazado por
ellos. Sus principales integrantes fueron Rusia, Prusia y Austria, las grandes
potencias absolutistas, a las que luego se unirá Francia.
2)
Se reorganizó el mapa de Europa para que fuera más estable
beneficiando, claro está, a los grandes vencedores de las guerras napoleónicas;
· Austria, Prusia
y Rusia aumentaron sus posesiones (Polonia desapareció absorbida por Rusia)
· Francia se restauró
la monarquía borbónica en la persona de Luis XVIII hermano de Luis XVI aunque
con una carta otorgada.
· La zona alemana
se simplifico pasado a tener sólo 39 estados que aunque independientes estaban
unidos en la Confederación Germánica. La influencia sobre esta zona se repartía
entre los dos más poderosos de habla alemana, Austria y Prusia
· La zona italiana
también se quedó dividida en cuatro zonas, Reino de Piamonte gobernado por los
Saboya, los Estados Pontificios dirigidos por el Papa, el Reino de las Dos
Sicilias al cargo de los borbones y
después una serie de pequeños ducados que controlados por Austria.
· Nació el Reino
de los Países bajos de la unión de las Provincias Unidas y Bélgica.
· Suecia se
anexionó Noruega.
· Rusia se
anexiona Finlandia y Besarabia.
· Se organizó la
Cuádruple Alianza con Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña a los que luego se
unió Francia con el objetivo de mantener estas nuevas fronteras.
La Europa napoleónica en 1812 |
La Europa del Congreson de Viena. |
1.2
Los problemas de la Restauración.
El problema fundamental
de la Restauración es que la idea de una vuelta atrás era imposible. Las expectativas
que había abierto la Revolución y que Napoleón había contribuido a expandir por
toda Europa, no podían olvidarse tan fácilmente:
1.-Liberalismo:
Ideas de derechos políticos, igualdad jurídica...
2.-Nacionalismo:
Los estados no eran posesiones de los reyes sino el hogar de un pueblo, que
tenía determinados derechos, costumbres, lengua, historia… Este pueblo tenía
derecho a formar una nación independiente y ha dirigirla como miembros de ella
que son.
Sin embargo el Congreso
de Viena pretendía precisamente eliminar todo esto:
1)Suprime
todos los derechos de los ciudadanos
2)Impone
unas fronteras que no respetan las identidades nacionales de las gentes sino
los intereses de los soberanos
IDEAS DE LA
RESTAURACIÓN
|
IDEAS HEREDADAS DE LA
REVOLUCIÓN
|
Reinos: Territorios
gobernados por un rey
|
Naciones: Estados en
los que habita un pueblo con identidad nacional
|
Reyes: Son la esencia
del reino y por lo tanto los que deben dirigirlo
|
Pueblo: Son la
esencia del Estado y por lo tanto los que deben dirigirlo
|
Súbditos: Los
habitantes del reino son súbditos, es decir, están subordinados a su monarca
|
Ciudadanos: Los
habitantes del estado son ciudadanos, es decir, individuos que se someten a
las leyes que se han decidido entre todos y que tiene ciertos derechos.
|
En definitiva pretendía imponer una Europa de Reyes y
Reinos frente a otra de Naciones y Pueblos. Sin embargo ya desde el principio
hay pruebas de que esto es imposible, de hecho en Francia vuelve Luis XVIII
pero, como ya hemos dicho, con una carta otorgada que aunque era muy limitada,
daba clara prueba de que no se podía eliminar de un plumazo lo que había
sucedido en este estado.
Es
por ello el sistema de la Restauración no estaba destinado a durar demasiado.
En la primera mitad del S. XIX vamos a ver cómo va a ser desafiado cada vez con
mayor intensidad hasta que finalmente se derrumbe:
a) En el aspecto
interior por las revoluciones de 1820, 1830 y 1848, cada una más intensa que la
anterior, que finalmente que acabarán con las monarquías absolutas y harán del
liberalismo la forma política imperante en Europa.
b) En el aspecto
exterior con la Guerra de Crimea 1854-55 que enfrentará a las potencias entre
sí, terminando con ese acuerdo que tenían entre ellas para no alterar las
fronteras establecidas en Viena.
2. EL LIBERALISMO
2.1 Bases filosóficas del liberalismo.
El liberalismo
se basa esencialmente en la idea de individualismo
(Locke, Voltaire, Smith), es decir, defiende que la felicidad común no es sino
la suma de las felicidades individuales,
por eso el sistema político debe garantizar que cada individuo pueda
hacer lo necesario para lograr su propio progreso y felicidad. Para ello son
necesarias dos condiciones:
1.Libertad: Para que cada individuo pueda desarrollar sus
aspiraciones individuales.
2.Orden: Para garantizar esa libertad y los bienes conseguidos
gracias a ella (la propiedad).
2.2 El pensamiento burgués
Por encima de todo valoraban el esfuerzo, el trabajo, la iniciativa
privada, el ahorro, el beneficio individual, la cultura y
el “saber” para garantizarse el bienestar económico y social.
Pensamiento
burgués: Por esto mismo el liberalismo es un
pensamiento esencialmente burgués ya
que responde a sus intereses:
1.
Defiende la libertad que les
permite:
-Su promoción política: Se convierten en la nueva
clase dirigente ya que son los que pueden votar y ser elegido para el
parlamento.
-Su promoción económica: Son los que tienen los
medios de producción y pueden hacer fortuna gracias a las decisiones que toman
en política
-Su promoción social: son la nueva élite social la nueva clase alta
porque son los que tienen dinero y poder.
2.Garantiza el orden de manera
que sus posesiones estén a salvo.
3.Defienden la igualdad pero
sólo legal, no social ni económica, de manera que continúan manteniendo su
situación de preeminencia sobre la
mayoría de la población.
2.3 El liberalismo como
sistema político.
- Principio de igualdad.- este principio sólo promueve la igualdad jurídica, ya que como hemos visto el sufragio es restringido (no hay igualdad política) y los medios de producción están en manos de los burgueses-empresarios (no hay igualdad social ni económica).
- Principio de libertad.- fundamental en el liberalismo para que los individuos puedan alcanzar sus aspiraciones. Las libertades y los derechos de los ciudadanos están recogidos en las constituciones. Los liberales son constitucionalistas. También defienden la libertad económica, basada en el libre mercado.
- Separación de poderes.- tal y como la definió Montesquieu.
- Soberanía Nacional.- el poder está en la nación, es decir, en los ciudadanos. Éstos al no poder representarse a sí mismos, delegan en un cuerpo de representantes. Es un concepto restrictivo, porque el sufragio está restringido a una parte de la sociedad, siendo los que manejan el juego político, siendo la auténtica nación política.
2.4 Evolución del
liberalismo.
- El liberalismo va a sufrir a lo largo del S. XIX ciertos cambios. Desde finales del S. XVIII hasta 1848 es revolucionario ya que está en lucha contra el absolutismo, son las fuerzas del cambio, representa la libertad luchando contra la tiranía. Pero a medida que el liberalismo va tomando el poder se va volviendo más conservador.
- El liberalismo inicial estaba compuesto por fuerzas muy diversas que se unían frente al enemigo común que era las monarquías absolutas, pero cuando éstas empezaron a desaparecer, los distintos grupos comenzaron a definirse y se vieron las grandes discrepancias que existían entre ellos. Algunos liberales eran más moderados, otros más progresistas y sencillamente otras personas vieron que el pensamiento liberal no respondía a sus intereses y así surgieron grupos más a la izquierda como por ejemplo los demócratas y proletarios (partidos de clase o primeros partidos socialistas).
- El liberalismo defiende la revolución como sistema de lucha hasta que toman el poder, una vez que ya dominan el estado lo que pretende es conservarlo mediante un sistema basado en el orden que garanticen lo conseguido frente a las clases bajas, a las que han excluido de la política por el sufragio censitario. De esta manera la revolución pasa a ser la forma de lucha de los que no tienen acceso al gobierno, de la izquierda proletaria, sólo la insurrección puede lograr que los más humildes lleguen al poder que los burgueses les niegan.
- Si analizamos bien todo esto, nos daremos cuenta de que el liberalismo en realidad no cambia, pero que sí lo hace todo lo demás. Es decir los liberales son los más radicales a principios de siglo, cuando luchan contra el absolutismo, pero son los más conservadores cuando éste ha desaparecido y surgen nuevos grupos más progresistas a su izquierda.
3.- EL NACIONALISMO.
3.1 Principios del
nacionalismo. ¿Sentimiento o ideología?. Tipos de nacionalismo.
Como el
liberalismo, el nacionalismo es hijo de la Revolución Francesa, pero la idea
nacional no va a presentar una única cara sino que toma dos rutas muy
distintas, se forman dos maneras de entender lo que es la nación radicalmente diferentes que conviven y
se imponen a la largo del S. XIX y XX según sus diferentes fuerzas.
NACIONALISMO RACIONAL
TIPO FRANCÉS
|
NACIONALISMO IRRACIONAL
TIPO ALEMÁN
|
Origen: Nace directamente de la
Revolución Francesa. Cuando los franceses deciden oponerse a la tiranía de
los reyes y dotarse libremente de una ley que los represente, están
ejerciendo su soberanía como nación, su decisión política. Esa ley los convierte en ciudadanos y les
define como una nación diferenciada.
|
Origen: Nace también de la
Revolución Francesa pero de forma indirecta. Cuando Napoleón invadió los
diferentes territorios europeos, surgió un sentimiento de rechazo, de defensa
de la identidad propia frente a las tropas francesas. Los pueblos sometidos
entendieron que tenían una naturaleza propia y distinta, una cultura
diferente y que por ello no podían someterse al control político de un
extranjero.
|
Base de la nación: La nación es pues un conjunto de ciudadanos regidos
por la misma ley. Está constituida por una serie de individuos que eligen
dotarse de una misma legislación que los representa y a la que se someten
voluntariamente.
|
Base de la nación: Está formada
por una historia, una lengua, unas costumbres, un territorio y una fe
comunes, heredada de sus antepasados.
La nación por lo tanto se lleva en los huesos y en la sangre, es lo
que los alemanes llamaban Volgesist, “el espiritu del pueblo”, existe antes
que el individuo y es superior a él ya que es lo que le da sentido. El hombre
individual es transitorio y prescindible, la nación es eterna y debe
sobrevivir.
|
Racional: Este tipo de concepción
nacional es racional porque se deriva de una decisión consciente de los
individuos que libremente eligen pertenecer a ella.
|
Irracional: Es irracional porque
no surge de decisión alguna, el individuo pertenece a cierta nacionalidad más
allá de sus deseos y opiniones. Es su sangre, su familia, su historia, sus
muertos, su tierra, lo que lo liga a una nación. Por eso esta forma de
nacionalismo es una idea de pertenencia a un pueblo que no está basado en la
lógica sino en el sentimiento y que es independiente de las leyes que rijan a
los hombres.
|
Integrador: El nacionalismo
racional es de tipo integrador porque toda persona que decida acatar dichas
leyes se convierte en parte de la nación. Si uno se somete a la constitución
de un determinado país se convierte en ciudadano del mismo y parte integrante
d ella nación.
|
Excluyente: El nacionalismo
irracional por el contrario es de tipo excluyente porque a la nación se
pertenece por nacimiento. La nacionalidad no es algo que se elige, se es o
no es. Por eso es imposible volverse alemán o ruso o italiano. La sangre
no cambia.
|
3.2 Naciones bajo el
sistema de Viena.
Frente a estos
sentimientos que se extendían y
fortalecían por todo el continente, el sistema de Viena pretendía construir una
Europa de reyes, basada en la idea de
legitimidad monárquica y olvidándose de la nación.
De esta manera
el mapa europeo quedaba de la siguiente manera en cuanto al tema de las
naciones:
*Zona
estable:
El occidente europeo; Francia, Portugal, España.
*Naciones
divididas:
· Alemania estaba dividida en 39 estados aunque bajo la influencia
de dos de ellos Austria y Prusia
· Italia también dividida entre diversas monarquías, el papa y los
territorios bajo control directo o
indirecto de Austria-Hungría
Estas naciones divididas iniciaran una lucha por fundirse en un
sólo estado dando lugar a los procesos de unificación.
*Estados
plurinacionales:
· Imperio Austrohungaro: Compuesto por alemanes, checos, polacos,
eslovacos, italianos, rumanos...
· Imperio Otomano: Con población no sólo de diversas nacionalidades,
sino también de diversas religiones;
católicos, sean ortodoxos o cristianos (búlgaros, griegos, rumanos, servios,
armenios...) y musulmanes (albaneses,
bosnios, árabes, turcos...).
· Imperio Ruso: Con
fitlandeses, estonios, lituanos, alemanes,
polacos...
Estos estados presentarán cada vez más y más problemas, cuando sus
diferentes nacionalidades pretendan su independencia, actuando como fuerzas
centrífugas que terminaran por destruirlos.
*Naciones
sometidas:
Aquellos
pueblos con identidad nacional que no tienen un estado: Irlanda en Gran
Bretaña, Noruega en Suecia, Polonia entre Prusia y Rusia, Bélgica con Holanda
.... También ellos actuaran sobre sus estados para lograr su indenpencia con
mayor o menor éxito.
3.3 El progreso del
nacionalismo.
1ªFase: Al
principio es sobre todo un movimiento cultural de reivindicación de la lengua,
las costumbres propias, la historia común...
2ªFase: Desde
principios del S XIX se define como fuerza política asociada al liberalismo. Esta asociación es
lógica porque al fin y al cabo luchaban contra un enemigo común, el
absolutismo, que se oponía tanto a las libertades de los ciudadanos, como a su
identidad como nación autónoma. Este primer nacionalismo es muy idealista y fraternal.
3ªFase:
También como liberalismo, el nacionalismo se ira volviendo más conservador
desde mediados de siglo, hasta llegar posturas patrioteras, tradicionalistas,
revanchistas y hasta racistas. Así por ejemplo las uniones nacionales de
Alemania e Italia, el Imperialismo, hasta derivar en la 1ª y 2ª Guerras
Mundiales.
4.- LAS REVOLUCIONES
LIBERALES
Como ya hemos
visto, la situación que había planteado la Restauración pretendía borrar para
siempre la herencia liberal de la Revolución Francesa, pero eso era algo
imposible y lenta pero decididamente, a lo largo de tres oleadas revolucionaras
en el 1820, 1830 y 1848, cada una más importante que la anterior, se irá
minando el poder absolutista hasta hacerlo desaparecer.
4.1 Revoluciones de 1820.
Características generales: Para 1820 el liberalismo estaba
todavía poco definido, poco claro, y no contaba con un apoyo popular relevante,
ese es el motivo de que estas revoluciones sean esencialmente realizadas por
minorías, en muchos casos sociedades secretas como la de los carbonarios, que
excepto en el caso de Grecia y América Latina no van triunfar.
Zona alemana: movimientos sobre todo universitarios que piden constituciones,
cartas otorgadas... son aplastadas sin dificultades por Metternich
Zona Italiana:
Algunos territorios también se levantan en armas contra sus reyes, de nuevo
Metternich les somete por las armas.
España: En 1820 las tropas que el general Riego debería haber llevado a
América para controlar sus deseos de independencia, son utilizadas para volver
a imponer en España un sistema liberal volviendo a la Constitución de 1812.
Sólo durará tres años pues finalmente las potencias de la Santa Alianza, en la
figura de Francia con los 100.000 Hijos de San Luis, impone de nuevo el
absolutismo en España. Los franceses logran esto sin disparar un solo tiro lo que demuestra el escaso apoyo popular
del liberalismo y la poca preparación de España para el cambio político.
Amérca Latina:
La evidente debilidad de España y los crecientes deseos de independencia de los
americanos, hicieron que desde 1814 comenzasen los enfrentamientos entre la
metrópoli y sus colonias.
Cuando las
tropas de Riego, que debían haber viajado para ayudar a someterlos, se
revelaron, decantaron de forma definitiva la suerte del conflicto a favor de la
independencia (los americanos contaron además con el apoyo de Gran Bretaña y
EEUU, aunque el mérito de este gran logro
es sólo suyo). La victoria que confirmó esto fue la de la batalla de
Ayacucho en 1824.
Aunque la idea
de los principales líderes de este proceso era formar un único estado liberal,
las discrepancias internas hicieron que se dividiera en múltiples entidades
políticas, eso sí, dotadas de constitución, carta de derechos... España sólo
conservó de su gran imperio americano Cuba y Puerto Rico, entrando por este y por otros importantes
motivos (Guerra de Independencia, fracaso en la industrialización, problemas
políticos...) en una larga fase de decadencia.
Grecia: El
Imperio Otomano era un gran estado que había llegado a su máximo esplendor en
el S. XVI y que aún conservaba una enorme cantidad de territorios repartidos
entre la Europa Balcánica, el Norte de África y
Asia Menor. No obstante su poder había ido menguando y a lo largo de
todo el siglo XIX, los diferentes
territorios que estaban sometidos al poder turco irán buscando su
independencia.
El primero que
lo intentó fue precisamente Grecia. En su lucha unía nacionalismo y liberalismo
porque pretendía hacer de sí mismo un estado independiente y dotarse de una
constitución, derechos para sus ciudadanos...
La lucha por
la libertad fue larga, de 1821
a 1830, pero finalmente lograron su independencia en
parte por el apoyo de Gran Bretaña (que pretendía obtener ventajas comerciales
y que ideológicamente apoyaba al liberalismo) y de Rusia y Francia (que no lo
apoyaban pero a los que les interesaba debilitar al Imperio Otomano).
En 1829 por el
Tratado de Adrianópolis obtuvieron su independencia, pero un año más tarde, en el Protocolo de
Londres, se impuso una monarquía
autoritaria con el rey Otón I, porque las grandes potencias consideraron que
esto convenía más a sus intereses.
Otras revoluciones: Otras revoluciones menos importantes y fallidas se dieron en Rusia, Francia…
Conclusiones:
Los esfuerzos fueron débiles e inconexos, tanto es así que la suerte de estos
movimientos se decidió más por el contexto internacional que por sus propias
fuerzas. Podemos dividirlos en dos categorías; los que fracasan por la ayuda de las potencias
(Santa Alianza); Alemania, Italia, España... y los que triunfan por eso mismo;
Grecia y América Latina. El nacionalismo y el liberalismo son de naturaleza
utópica
4.2 Revoluciones de 1830
Características generales: Para 1830 los liberales y nacionalistas eran más fuertes,
empezaban a tener un mayor apoyo popular y unas ideas más definidas y por eso
empezaron a verse cambios notables por toda Europa
Francia: A la
muerte de Luis XVIII subió al trono de Francia Carlos X. El nuevo monarca tenía
una idea muy definida de lo que tenía que ser la monarquía y no compartía las
ideas más flexibles de su predecesor.
Por ese motivo trató de volver a una política absolutista, eliminando las
escasas concesiones que se habían dado al pueblo. En las Cuatro Ordenanzas de
1830 se disolvieron las cámaras, se eliminó la libertad de prensa, se redujo la
base electoral y se permitía al ejecutivo gobernar por decreto.
Estas medidas
se demostraron como un gran error, pues era imposible tratar de volver a la
situación previa a la Revolución Francesa como el nuevo rey pretendía. El
pueblo no lo iba a permitir. En las “Tres Jornadas Gloriosas”, 28, 29 y 30 de
Julio, las calles de París se llenaron de barricadas, el ejército en lugar de
sofocarles se unió a los insurgentes y
Carlos X, ante semejante panorama, se apresuró a abdicar y dejar el
país.
Se impuso así
una nueva monarquía parlamentaria en la persona de Luís Felipe de Orleans. El
nuevo régimen francés era de tipo liberal pero moderado; se mantenía la
monarquía aunque en otra casa reinante, se defendía la soberanía nacional, la
separación iglesia-estado, la división de poderes, la libertad de prensa... Era
un sistema político pensado para cubrir los intereses de la gran burguesía, por
eso muchos franceses de clases más bajas quedaron profundamente decepcionados.
De 1830 a
1834 hubo múltiples intentos de insurrección por parte de aquellos que quedaban
fuera del sistema orleanista, pero fueron reprimidos con dureza. Quedaba bien
claro que la revolución sólo se permitía hasta que los más pudientes lograran
sus objetivos pero no más allá.
Bélgica: Por el Congreso de Viena había quedado unida a Holanda, sometida
a ella de hecho, pero eran muy diferentes en muchos aspectos importantes,
religión (católicos vs protestantes), economía (agrícola vs industrial), lengua
( francés y valon vs holandes)... y por
ello este nuevo estado no estaba destinado a durar.
Así, en 1830,
comenzaron a luchar por su independencia. Gran Bretaña y el nuevo gobierno
francés los apoyaron y aunque los países de la Santa Alianza trataron de
reaccionar, la situación internacional no se lo permitió; Rusia debió ocuparse
de la revolución polaca y Austria de la zona italiana de las que en seguida
hablaremos. Ante la impotencia de las potencias absolutistas, en 1831 Bélgica
se convirtió en estado independiente con un estatuto de neutralidad similar al
de Suiza.
Polonia: Como
ya hemos vista la mayor parte de la población polaca había pasado a estar bajo
el control de Rusia. Ésta había impuesto un duro gobierno en el que se trataba
de sofocar la cultura polaca en pro de la rusificación. Polonia se levantó ante
esta situación, pero las tropas rusas sofocaron el levantamiento sin problemas,
imponiéndoles medidas aún más autoritarias.
Otras Revoluciones: También hubo movimientos en la zonas italiana y alemana, con la
peculiaridad de que ya empezaba a verse en ellos algunos tímidos intentos de unificación.
En cualquier caso, su éxito fue escaso, algunos pequeños estado alemanes
lograron constituciones liberales, pero la mayoría fueron controlados por
Metternich.
Conclusiones:
1) Fuerza del Liberalismo: El liberalismo había ganado terreno de forma considerable. Se
había impuesto en Francia y Bélgica, España también estaba tomando el camino
liberal (aunque no mediante una revolución, sino por la peculiar situación que
vivía el país; la pequeña reina Isabel II debió apoyarse en los liberales, ya que
los absolutistas estaban de parte de su tío Carlos María Isidro por ser varón),
Gran Bretaña, que ya era liberal, había hecho importantes reformas para mejorar
el sistema... Aunque quedaba mucho por
hacer ya no se la podía considerar una ideología minoritaria.
2) Naturaleza del Liberalismo: El propio liberalismo había
cambiado, sus fuerzas estaban más organizadas y cohesionadas, pero
también estaban perdiendo parte de ese utopismo de los primeros tiempos. Así lo
hemos visto en el caso francés; en cuanto
logra sus objetivos con el Orleanismo, cierra las puertas a cualquier reforma
social que ponga en peligro el poder conseguido.
3) La Santa Alianza: La Santa Alianza sigue funcionando, pero va
perdiendo fuerzas frente a los estados liberales. Ellos cada vez son menos
mientras que las fuerzas del cambio no hacen sino aumentar.
4.3 Revoluciones de 1848
o “la primavera de los pueblos”.
Características Generales: La revolución de 1848, también conocida como la Primavera de los
Pueblos, es con diferencia, el más importante y complejo de todas las de este
periodo. Los principales elementos a tener en cuenta son los siguientes:
1)
Liberalismo: Ha madurado, se ha
hecho más fuerte y ha empezado a cambiar. La Revolución de 1848 será el último
suspiro de ese liberalismo romántico y utópico, frente al que se impondrá otro
mucho más práctico y conservador.
2)
Nacionalismo: Ha ido asentándose a
lo largo de la primera mitad del siglo y llega ahora en plenitud de facultades,
tanto es así que el aspecto nacional supera en algunas zonas, como la alemana,
la italiana y la austriaca, al componente liberal.
3)
Movimientos sociales: Las masas
habían ido adquiriendo progresivamente más
protagonismo en cada uno de los movimientos revolucionarios anteriores
y en 1848 alcanzan una importancia capital. Las causas
de esta relevancia son:
a)
Por el progreso material: La
Revolución Indutrial en pleno desarrollo, había logrado para mediados de siglo,
un aumento de las masas urbanas y del número del proletariado industrial que
son las bases de estos movimientos sociales.
b)
Por el progreso ideológico:
Al mismo tiempo se habían ido configurando lentamente su ideología política y
aunque el socialismo, el anarquismo y el movimiento demócrata estaban aún en
sus inicios, ya daban un soporte teórico a las reivindicaciones de las masas.
c)
La revolución del 48
coincidió con una crisis de subsistencia, agraria y financiera, de manera que
el pueblo estaba aún más decidido a reivindicar sus derechos.
Francia: De
nuevo fue el foco de los movimientos revolucionarios que después se extenderían
por Europa.
Aunque en
Francia ya se había implantada un sistema liberal, lo cierto es que había
generado mucho descontento entre buena parte de la población, a esto había que
sumar que la política de la monarquía orleanista se había ido volviendo cada
vez más conservadora.
La gota que
colmó la paciencia del pueblo francés fue la prohibición de ciertos actos
reivindicativos y por ello las clases más humildes, aquellos que habían sido
excluidos del gobierno, no tuvieron más remedio que lanzare a las calles al
tener el parlamento vetado. Las calles de París volvieron a llenarse de
barricadas, el ejército se levantó en armas contra el rey y finalmente Luis
Felipe de Orleans se vio obligado a abdicar.
Se formó un
gobierno provisional de carácter revolucionario en el que estaban incluidos
desde los liberales conservadores hasta dos representantes obreros. El régimen
que se impuso incluía república, sufragio universal, ampliación de derechos (al
trabajo, prensa, asociación...) incluso se crearon los Talleres Nacionales,
para dar trabajo a los obreros en paro por la crisis.
Sin embargo,
en plena crisis el entusiasmo inicial fue cediendo y en las siguientes
elecciones el pueblo francés dejó bien claro su intención de un sistema
político mas moderado. El nuevo gobierno decidió, entre otras medidas, cerrar
los Talleres Nacionales lo que provocó un motín popular.
Este nuevo
intento de revolución fue sofocado y sólo logró que la clase media francesa se
decidiera por una figura autoritaria que fuera capaz de mantener el orden al
tiempo que se conservaba lo mejor del liberalismo. Esa persona fue Luis
Napoleón Bonaparte; claramente liberal,
heredero del prestigio revolucionario de su tío Napoleón Bonaparte, pero
también con un garante de orden y estabilidad.
Su carrera
política reprodujo la de su antecesor
casi completamente, en 1851 dio un golpe de estado ante la imposibilidad de ser
reelegido y en el 52 se proclama así mismo Napoleón III emperador de
Francia con el apoyo de su nación
manifestado en un referéndum.
Austria y Hungría: Bohemia, Hungría, los rumanos de Transilvania, los territorios italianos... prácticamente
todas las nacionalidades contenidas en el Imperio Austro-Húngaro se revelaron
para obtener su independencia, hasta en la misma capital Viena se produjo un
levantamiento liberal que terminó por lograr la caída de mismísimo Metternich.
Aunque los levantamientos del imperio
fueron sofocados lo cierto es que sólo se consiguió con grandes dificultades
(para vencer a los húngaros necesitaron más de un año y la ayuda rusa). El
mismo corazón del sistema de la restauración había estado en verdadero riesgo.
Alemania: Se dieron
varios intentos de revolución. Lo más significativo fue la propuesta de unidad
en el Parlamento de Frankfurt a través de una asamblea constituyente y sufragio
universal, pero el rey de Prusia no lo apoyó y fracaso. Esto demostró que si
Alemania iba a conseguir ser un estado, no lo haría desde el liberalismo
progresista
Italia:
Piamonte se puso a la cabeza del
movimiento y trataron de unificarse en la Republica de los Estados Pontificios,
pero Austria se opuso y los venció de nuevo
Conclusiones:
El
nacionalismo del 48 se entendía como una especie de fraternidad romántica, pero
el fracaso de esta idea (Austria, Alemania, Italia) hará que los esfuerzos se
inviertan en un nacionalismo menos amable y más patriotero, menos progresista y utópico y mas conservador y
belicista, ya no será la expresión de un pueblo mediante la revolución, sino de
un estado mediante la guerra.
El liberalismo
también cambiará, el 48 será el punto de inflexión de este pensamiento, que se va a ver superado por la izquierda,
por los demócratas y los socialistas, y por ello se volverá claramente
conservador. Habiendo conseguido el poder, casi toda Europa es liberal de uno u
otro modo, dejará de usar la revolución,
como medio de actuación y deja de ser un
elemento dinamizador, un motor de cambio de la sociedad, para pasar este
testigo al Nacionalismo y al Socialismo.
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