martes, 2 de diciembre de 2014

HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO. PRIMERO DE BACHILLERATO.



TEMA 4: LAS REVOLUCIÓN LIBERALES II (1814-1871). NACIONALISMOS Y LIBERALISMO.


1.- LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN.

1.1 El Congreso de Viena (noviembre 1814-junio 1815). La reorganización de Europa y la Santa Alianza.

Las consecuencias de la Revolución: La Revolución  Francesa había dinamitado los fundamentos de la Europa del Antiguo Régimen aparte de haber llevado a la guerra a casi toda Europa. Esto había supuesto un verdadero cataclismo que se concretaba en dos aspectos:

1.      Se alteraron los principios políticos de los estados conquistados exportando muchas de las ideas de la Revolución Francesa.

2.      Cambió el mapa de Europa, alterando las fronteras, creando estados...



Cuando al fin se derrotó a Napoleón  era necesario volver a recomponer el continente y para eso se convocó un gran congreso al que acudieron todas las grandes potencias para decidir el futuro de Europa, el Congreso de Viena.

Convocatoria del Congreso: El impulsor del Congreso fue Metternich, Primer Ministro de Austria y uno de los grandes estados que se habían impuesto en las guerras napoleónicas. Además asistieron  Gran Bretaña, Rusia, Prusia, Francia… En 1815 todo estaba dispuesto y las reuniones pudieron empezar.

Los principios del Congreso y del Sistema de la Resturación:

a) Equilibrio.- indispensable para garantizar la paz en Europa. Ninguna potencia puede ni debe expandirse a costa de otras. Rechazo a las conquistas e imperios territoriales.

b) Legitimidad.- consideran que las revoluciones y conquistas napoleónicas han sido un corte en la historia natural de los países, cuyos regímenes legítimos son las monarquías históricas y absolutas.

c) Intervención.- Las potencias firmantes en el Congreso tienen la potestad de intervenir allí donde surjan movimientos revolucionarios que puedan afectar al equilibrio de Europa.

Objetivos: Los objetivos del Congreso iban en dos direcciones:

1)      Volver a la Europa de antes de la Revolución Francesa es decir:



a) Antirrevolucionaria: Se pretendía anular los efectos de la Revolución Francesa, borrarla de Europa como si nunca se hubiera producido volviendo al estado político y social del Antiguo Régimen

b) Monárquica: Se consideraba que el único gobierno legítimo era el de los monarcas absolutos, por eso se restauran en su trono a los monarcas que había depuesto Napoleón, así por ejemplo, los Borbones vuelven a los gobiernos de Francia, España o de las Dos Sicilias.

c) Cristiana: Se consideraba que la religión era un garante de estabilidad, al fin y al cabo una de los principales argumentos de afirmación de la monarquía era el derecho divino, por eso se apela a la solidaridad cristiana de los diferentes reyes europeos. Al laicismo revolucionario, licencioso y corrupto, se opone la moralidad religiosa de las monarquías.



2) Hacer un mapa europeo estable: También era necesario volver a fijar las fronteras europeas y hacer un sistema que cumpliera dos objetivos:

 a) Compensar a las potencias que habían derrotado a Napoleón y que por lo tanto habían salido fortalecidos en su poder

b) Crear un mapa estable ya que una situación de enfrentamiento en Europa podría dar vía libre a los revolucionarios. Los problemas, de haberlos, se solucionarían por la vía diplomática.

Decisiones del Congreso: En función de estos objetivos se tomaron las siguientes decisiones

1) Santa Alianza: Para conseguir mantener la revolución bajo control, se dieron cuenta de que tenían que actuar unidos. Todos los estados había visto el potencial de contagio que tenían los ideales revolucionarios, por eso la insurrección en cualquier país era problema de todos. Así se deciden a crear un sistema de solidaridad monárquica y cristiana, la Santa Alianza, que se comprometía a ayudar a cualquier estado amenazado por ellos. Sus principales integrantes fueron Rusia, Prusia y Austria, las grandes potencias absolutistas, a las que luego se unirá Francia.

2) Se reorganizó el mapa de Europa para que fuera más estable beneficiando, claro está, a los grandes vencedores de las guerras napoleónicas;

·    Austria, Prusia y Rusia aumentaron sus posesiones (Polonia desapareció absorbida por Rusia)

·    Francia se restauró la monarquía borbónica en la persona de Luis XVIII hermano de Luis XVI aunque con una carta otorgada.

·    La zona alemana se simplifico pasado a tener sólo 39 estados que aunque independientes estaban unidos en la Confederación Germánica. La influencia sobre esta zona se repartía entre los dos más poderosos de habla alemana, Austria y Prusia

·    La zona italiana también se quedó dividida en cuatro zonas, Reino de Piamonte gobernado por los Saboya, los Estados Pontificios dirigidos por el Papa, el Reino de las Dos Sicilias  al cargo de los borbones y después una serie de pequeños ducados que controlados por Austria.

·    Nació el Reino de los Países bajos de la unión de las Provincias Unidas y Bélgica.

·    Suecia se anexionó Noruega.

·    Rusia se anexiona Finlandia y Besarabia.

·    Se organizó la Cuádruple Alianza con Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña a los que luego se unió Francia con el objetivo de mantener estas nuevas fronteras.  
La Europa napoleónica en 1812
La Europa del Congreson de Viena.



1.2 Los problemas de la Restauración.


  El problema fundamental de la Restauración es que la idea de una vuelta atrás era imposible. Las expectativas que había abierto la Revolución y que Napoleón había contribuido a expandir por toda Europa, no podían olvidarse tan fácilmente:


1.-Liberalismo: Ideas de derechos políticos, igualdad jurídica...


2.-Nacionalismo: Los estados no eran posesiones de los reyes sino el hogar de un pueblo, que tenía determinados derechos, costumbres, lengua, historia… Este pueblo tenía derecho a formar una nación independiente y ha dirigirla como miembros de ella que son.



 Sin embargo el Congreso de Viena pretendía precisamente eliminar todo esto:

1)Suprime todos los derechos de los ciudadanos

2)Impone unas fronteras que no respetan las identidades nacionales de las gentes sino los intereses de los soberanos





IDEAS DE LA RESTAURACIÓN
IDEAS HEREDADAS DE LA REVOLUCIÓN
Reinos: Territorios gobernados por un rey
Naciones: Estados en los que habita un pueblo con identidad nacional
Reyes: Son la esencia del reino y por lo tanto los que deben dirigirlo
Pueblo: Son la esencia del Estado y por lo tanto los que deben dirigirlo
Súbditos: Los habitantes del reino son súbditos, es decir, están subordinados a su monarca
Ciudadanos: Los habitantes del estado son ciudadanos, es decir, individuos que se someten a las leyes que se han decidido entre todos y que tiene  ciertos derechos.



            En definitiva pretendía imponer una Europa de Reyes y Reinos frente a otra de Naciones y Pueblos. Sin embargo ya desde el principio hay pruebas de que esto es imposible, de hecho en Francia vuelve Luis XVIII pero, como ya hemos dicho, con una carta otorgada que aunque era muy limitada, daba clara prueba de que no se podía eliminar de un plumazo lo que había sucedido en este estado.


Es por ello el sistema de la Restauración no estaba destinado a durar demasiado. En la primera mitad del S. XIX vamos a ver cómo va a ser desafiado cada vez con mayor intensidad hasta que finalmente se derrumbe:



a) En el aspecto interior por las revoluciones de 1820, 1830 y 1848, cada una más intensa que la anterior, que finalmente que acabarán con las monarquías absolutas y harán del liberalismo la forma política imperante en Europa.

b) En el aspecto exterior con la Guerra de Crimea 1854-55 que enfrentará a las potencias entre sí, terminando con ese acuerdo que tenían entre ellas para no alterar las fronteras establecidas en Viena. 


2. EL  LIBERALISMO


2.1 Bases filosóficas del liberalismo.


El liberalismo se basa esencialmente en la idea de individualismo (Locke, Voltaire, Smith), es decir, defiende que la felicidad común no es sino la suma de las felicidades individuales,  por eso el sistema político debe garantizar que cada individuo pueda hacer lo necesario para lograr su propio progreso y felicidad. Para ello son necesarias dos condiciones:


1.Libertad: Para que cada individuo pueda desarrollar sus aspiraciones individuales.

2.Orden: Para garantizar esa libertad y los bienes conseguidos gracias a ella (la propiedad).


2.2 El pensamiento burgués



  Por encima de todo valoraban el esfuerzo, el trabajo, la iniciativa privada, el ahorro, el beneficio individual, la cultura y el “saber” para garantizarse el bienestar económico y social.


Pensamiento burgués: Por esto mismo el liberalismo es un pensamiento esencialmente burgués  ya que  responde a sus intereses:

1. Defiende la libertad que les permite:

-Su promoción política: Se convierten en la nueva clase dirigente ya que son los que pueden votar y ser elegido para el parlamento.

-Su promoción económica: Son los que tienen los medios de producción y pueden hacer fortuna gracias a las decisiones que toman en política

-Su promoción social:  son la nueva élite social la nueva clase alta porque son los que tienen dinero y poder.

2.Garantiza el orden de manera que sus posesiones estén a salvo.

3.Defienden la igualdad pero sólo legal, no social ni económica, de manera que continúan manteniendo su situación de  preeminencia sobre la mayoría de la población.



2.3 El liberalismo como sistema político.



  •  Principio de igualdad.- este principio sólo promueve la igualdad jurídica, ya que como hemos visto el sufragio es restringido (no hay igualdad política) y los medios de producción están en manos de los burgueses-empresarios (no hay igualdad social ni económica).
  •  Principio de libertad.- fundamental en el liberalismo para que los individuos puedan alcanzar sus aspiraciones. Las libertades y los derechos de los ciudadanos están recogidos en las constituciones. Los liberales son constitucionalistas. También defienden la libertad económica, basada en el libre mercado. 
  •  Separación de poderes.- tal y como la definió Montesquieu.
  •  Soberanía Nacional.- el poder está en la nación, es decir, en los ciudadanos. Éstos al no poder representarse a sí mismos, delegan en un cuerpo de representantes. Es un concepto restrictivo, porque el sufragio está restringido a una parte de la sociedad, siendo los que manejan el juego político, siendo la auténtica nación política.
2.4 Evolución del liberalismo.

  •   El liberalismo va a sufrir a lo largo del S. XIX ciertos cambios. Desde finales del S. XVIII hasta 1848  es revolucionario ya que está en lucha contra el absolutismo, son las fuerzas del cambio, representa la libertad luchando contra la tiranía. Pero a medida que el liberalismo va tomando el poder  se va volviendo más conservador.
  •   El liberalismo inicial estaba compuesto por fuerzas muy diversas que se unían frente al enemigo común que era las monarquías absolutas, pero cuando éstas empezaron a desaparecer, los distintos grupos comenzaron a definirse y se vieron las grandes discrepancias que existían entre ellos. Algunos liberales eran más moderados, otros más progresistas y sencillamente otras personas vieron que el pensamiento liberal no respondía a sus intereses y así surgieron grupos más a la izquierda como por ejemplo los demócratas y  proletarios (partidos de clase o primeros partidos socialistas).
  •   El liberalismo defiende la revolución como sistema de lucha hasta que toman el poder, una vez que ya dominan el estado lo que pretende es conservarlo mediante un sistema basado en el orden que garanticen lo conseguido frente a las clases bajas, a las que han excluido de la política por el sufragio censitario. De esta manera la revolución pasa a ser la forma de lucha de los que no tienen acceso al gobierno, de la izquierda proletaria, sólo la insurrección puede lograr que los más humildes lleguen al poder que los burgueses les niegan. 
  •   Si analizamos bien todo esto, nos daremos cuenta de que el liberalismo en realidad no cambia, pero que sí lo hace todo lo demás. Es decir los liberales son los más radicales a principios de siglo, cuando luchan contra el absolutismo, pero son los más conservadores cuando éste ha desaparecido y surgen nuevos grupos más progresistas a su izquierda. 

3.- EL NACIONALISMO.
3.1 Principios del nacionalismo. ¿Sentimiento o ideología?. Tipos de nacionalismo.
Como el liberalismo, el nacionalismo es hijo de la Revolución Francesa, pero la idea nacional no va a presentar una única cara sino que toma dos rutas muy distintas, se forman dos maneras de entender lo que es la  nación radicalmente diferentes que conviven y se imponen a la largo del S. XIX y XX según sus diferentes fuerzas.

NACIONALISMO RACIONAL
TIPO FRANCÉS
NACIONALISMO IRRACIONAL
TIPO ALEMÁN
Origen: Nace directamente de la Revolución Francesa. Cuando los franceses deciden oponerse a la tiranía de los reyes y dotarse libremente de una ley que los represente, están ejerciendo su soberanía como nación, su decisión política.  Esa ley los convierte en ciudadanos y les define como una nación diferenciada.
Origen: Nace también de la Revolución Francesa pero de forma indirecta. Cuando Napoleón invadió los diferentes territorios europeos, surgió un sentimiento de rechazo, de defensa de la identidad propia frente a las tropas francesas. Los pueblos sometidos entendieron que tenían una naturaleza propia y distinta, una cultura diferente y que por ello no podían someterse al control político de un extranjero.
Base de la nación: La nación  es pues un conjunto de ciudadanos regidos por la misma ley. Está constituida por una serie de individuos que eligen dotarse de una misma legislación que los representa y a la que se someten voluntariamente.
Base de la nación: Está formada por una historia, una lengua, unas costumbres, un territorio y una fe comunes, heredada de sus antepasados.  La nación por lo tanto se lleva en los huesos y en la sangre, es lo que los alemanes llamaban Volgesist, “el espiritu del pueblo”, existe antes que el individuo y es superior a él ya que es lo que le da sentido. El hombre individual es transitorio y prescindible, la nación es eterna y debe sobrevivir. 
Racional: Este tipo de concepción nacional es racional porque se deriva de una decisión consciente de los individuos que libremente eligen pertenecer a ella.
Irracional: Es irracional porque no surge de decisión alguna, el individuo pertenece a cierta nacionalidad más allá de sus deseos y opiniones. Es su sangre, su familia, su historia, sus muertos, su tierra,  lo que lo liga  a una nación. Por eso esta forma de nacionalismo es una idea de pertenencia a un pueblo que no está basado en la lógica sino en el sentimiento y que es independiente de las leyes que rijan a los hombres.
Integrador: El nacionalismo racional es de tipo integrador porque toda persona que decida acatar dichas leyes se convierte en parte de la nación. Si uno se somete a la constitución de un determinado país se convierte en ciudadano del mismo y parte integrante d ella nación.
Excluyente: El nacionalismo irracional por el contrario es de tipo excluyente porque a la nación se pertenece por nacimiento. La nacionalidad no es algo que se elige, se es o no es. Por eso es imposible volverse alemán o ruso o italiano. La sangre no cambia.


3.2 Naciones bajo el sistema de Viena.
Frente a estos sentimientos  que se extendían y fortalecían por todo el continente, el sistema de Viena pretendía construir una Europa de reyes, basada en la idea de  legitimidad monárquica y olvidándose de la nación.

De esta manera el mapa europeo quedaba de la siguiente manera en cuanto al tema de las naciones:

*Zona estable:
El occidente europeo; Francia, Portugal, España.

*Naciones divididas:
·  Alemania estaba dividida en 39 estados aunque bajo la influencia de dos de ellos Austria y Prusia

·  Italia también dividida entre diversas monarquías, el papa y los territorios bajo control directo o   indirecto de Austria-Hungría

Estas naciones divididas iniciaran una lucha por fundirse en un sólo estado dando lugar a los procesos de unificación.

*Estados plurinacionales:
·  Imperio Austrohungaro: Compuesto por alemanes, checos, polacos, eslovacos, italianos, rumanos... 

·  Imperio Otomano: Con población no sólo de diversas nacionalidades, sino también de diversas  religiones; católicos, sean ortodoxos o cristianos (búlgaros, griegos, rumanos, servios, armenios...)   y musulmanes (albaneses, bosnios, árabes, turcos...).

·   Imperio Ruso: Con fitlandeses, estonios, lituanos, alemanes,  polacos...

Estos estados presentarán cada vez más y más problemas, cuando sus diferentes nacionalidades pretendan su independencia, actuando como fuerzas centrífugas que terminaran por destruirlos.

*Naciones sometidas:
Aquellos pueblos con identidad nacional que no tienen un estado: Irlanda en Gran Bretaña, Noruega en Suecia, Polonia entre Prusia y Rusia, Bélgica con Holanda .... También ellos actuaran sobre sus estados para lograr su indenpencia con mayor o menor éxito.

3.3 El progreso del nacionalismo.
1ªFase: Al principio es sobre todo un movimiento cultural de reivindicación de la lengua, las costumbres propias, la historia común...


2ªFase: Desde principios del S XIX se define como fuerza política  asociada al liberalismo. Esta asociación es lógica porque al fin y al cabo luchaban contra un enemigo común, el absolutismo, que se oponía tanto a las libertades de los ciudadanos, como a su identidad como nación autónoma. Este primer nacionalismo es muy idealista y fraternal.

3ªFase: También como liberalismo, el nacionalismo se ira volviendo más conservador desde mediados de siglo, hasta llegar posturas patrioteras, tradicionalistas, revanchistas y hasta racistas. Así por ejemplo las uniones nacionales de Alemania e Italia, el Imperialismo, hasta derivar en la 1ª y 2ª Guerras Mundiales.

4.- LAS REVOLUCIONES LIBERALES
Como ya hemos visto, la situación que había planteado la Restauración pretendía borrar para siempre la herencia liberal de la Revolución Francesa, pero eso era algo imposible y lenta pero decididamente, a lo largo de tres oleadas revolucionaras en el 1820, 1830 y 1848, cada una más importante que la anterior, se irá minando el poder absolutista hasta hacerlo desaparecer.

4.1 Revoluciones de 1820.
Características generales: Para 1820 el liberalismo estaba todavía poco definido, poco claro, y no contaba con un apoyo popular relevante, ese es el motivo de que estas revoluciones sean esencialmente realizadas por minorías, en muchos casos sociedades secretas como la de los carbonarios, que excepto en el caso de Grecia y América Latina no van triunfar.

Zona alemana: movimientos sobre todo universitarios que piden constituciones, cartas otorgadas... son aplastadas sin dificultades por Metternich
Zona Italiana: Algunos territorios también se levantan en armas contra sus reyes, de nuevo Metternich les somete por las armas.
España: En 1820 las tropas que el general Riego debería haber llevado a América para controlar sus deseos de independencia, son utilizadas para volver a imponer en España un sistema liberal volviendo a la Constitución de 1812. Sólo durará tres años pues finalmente las potencias de la Santa Alianza, en la figura de Francia con los 100.000 Hijos de San Luis, impone de nuevo el absolutismo en España. Los franceses logran esto sin disparar un solo  tiro lo que demuestra el escaso apoyo popular del liberalismo y la poca preparación de España para el cambio político.
Amérca Latina: La evidente debilidad de España y los crecientes deseos de independencia de los americanos, hicieron que desde 1814 comenzasen los enfrentamientos entre la metrópoli y sus colonias.

Cuando las tropas de Riego, que debían haber viajado para ayudar a someterlos, se revelaron, decantaron de forma definitiva la suerte del conflicto a favor de la independencia (los americanos contaron además con el apoyo de Gran Bretaña y EEUU, aunque el mérito de este gran logro  es sólo suyo). La victoria que confirmó esto fue la de la batalla de Ayacucho en 1824.

Aunque la idea de los principales líderes de este proceso era formar un único estado liberal, las discrepancias internas hicieron que se dividiera en múltiples entidades políticas, eso sí, dotadas de constitución, carta de derechos... España sólo conservó de su gran imperio americano Cuba y Puerto Rico,  entrando por este y por otros importantes motivos (Guerra de Independencia, fracaso en la industrialización, problemas políticos...) en una larga fase de decadencia.

Grecia: El Imperio Otomano era un gran estado que había llegado a su máximo esplendor en el S. XVI y que aún conservaba una enorme cantidad de territorios repartidos entre la Europa Balcánica, el Norte de África y  Asia Menor. No obstante su poder había ido menguando y a lo largo de todo el siglo  XIX, los diferentes territorios que estaban sometidos al poder turco irán buscando su independencia.

El primero que lo intentó fue precisamente Grecia. En su lucha unía nacionalismo y liberalismo porque pretendía hacer de sí mismo un estado independiente y dotarse de una constitución, derechos para sus ciudadanos...

La lucha por la libertad fue larga, de 1821 a 1830, pero finalmente lograron su independencia en parte por el apoyo de Gran Bretaña (que pretendía obtener ventajas comerciales y que ideológicamente apoyaba al liberalismo) y de Rusia y Francia (que no lo apoyaban pero a los que les interesaba debilitar al Imperio Otomano).

En 1829 por el Tratado de Adrianópolis obtuvieron su independencia,  pero un año más tarde, en el Protocolo de Londres,  se impuso una monarquía autoritaria con el rey Otón I, porque las grandes potencias consideraron que esto convenía más a sus intereses. 

Otras revoluciones: Otras revoluciones menos importantes y fallidas se dieron en  Rusia, Francia…

Conclusiones: Los esfuerzos fueron débiles e inconexos, tanto es así que la suerte de estos movimientos se decidió más por el contexto internacional que por sus propias fuerzas. Podemos dividirlos en dos categorías; los  que fracasan por la ayuda de las potencias (Santa Alianza); Alemania, Italia, España... y los que triunfan por eso mismo; Grecia y América Latina. El nacionalismo y el liberalismo son de naturaleza utópica

4.2 Revoluciones de 1830
Características generales: Para 1830 los liberales y nacionalistas eran más fuertes, empezaban a tener un mayor apoyo popular y unas ideas más definidas y por eso empezaron a verse cambios notables por toda Europa

Francia: A la muerte de Luis XVIII subió al trono de Francia Carlos X. El nuevo monarca tenía una idea muy definida de lo que tenía que ser la monarquía y no compartía las ideas más flexibles de su predecesor.  Por ese motivo trató de volver a una política absolutista, eliminando las escasas concesiones que se habían dado al pueblo. En las Cuatro Ordenanzas de 1830 se disolvieron las cámaras, se eliminó la libertad de prensa, se redujo la base electoral y se permitía al ejecutivo gobernar por decreto.

Estas medidas se demostraron como un gran error, pues era imposible tratar de volver a la situación previa a la Revolución Francesa como el nuevo rey pretendía. El pueblo no lo iba a permitir. En las “Tres Jornadas Gloriosas”, 28, 29 y 30 de Julio, las calles de París se llenaron de barricadas, el ejército en lugar de sofocarles se unió a los insurgentes y  Carlos X, ante semejante panorama, se apresuró a abdicar y dejar el país.

Se impuso así una nueva monarquía parlamentaria en la persona de Luís Felipe de Orleans. El nuevo régimen francés era de tipo liberal pero moderado; se mantenía la monarquía aunque en otra casa reinante, se defendía la soberanía nacional, la separación iglesia-estado, la división de poderes, la libertad de prensa... Era un sistema político pensado para cubrir los intereses de la gran burguesía, por eso muchos franceses de clases más bajas quedaron profundamente decepcionados. De 1830 a 1834 hubo múltiples intentos de insurrección por parte de aquellos que quedaban fuera del sistema orleanista, pero fueron reprimidos con dureza. Quedaba bien claro que la revolución sólo se permitía hasta que los más pudientes lograran sus objetivos pero no más allá.

Bélgica: Por el Congreso de Viena había quedado unida a Holanda, sometida a ella de hecho, pero eran muy diferentes en muchos aspectos importantes, religión (católicos vs protestantes), economía (agrícola vs industrial), lengua ( francés y valon vs holandes)...  y por ello este nuevo estado no estaba destinado a durar. 

Así, en 1830, comenzaron a luchar por su independencia. Gran Bretaña y el nuevo gobierno francés los apoyaron y aunque los países de la Santa Alianza trataron de reaccionar, la situación internacional no se lo permitió; Rusia debió ocuparse de la revolución polaca y Austria de la zona italiana de las que en seguida hablaremos. Ante la impotencia de las potencias absolutistas, en 1831 Bélgica se convirtió en estado independiente con un estatuto de neutralidad similar al de Suiza.

Polonia: Como ya hemos vista la mayor parte de la población polaca había pasado a estar bajo el control de Rusia. Ésta había impuesto un duro gobierno en el que se trataba de sofocar la cultura polaca en pro de la rusificación. Polonia se levantó ante esta situación, pero las tropas rusas sofocaron el levantamiento sin problemas, imponiéndoles medidas aún más autoritarias.

Otras Revoluciones: También hubo movimientos en la zonas italiana y alemana, con la peculiaridad de que ya empezaba a verse en ellos algunos tímidos intentos de unificación. En cualquier caso, su éxito fue escaso, algunos pequeños estado alemanes lograron constituciones liberales, pero la mayoría fueron controlados por Metternich.

Conclusiones:

1) Fuerza del Liberalismo: El liberalismo había ganado terreno de forma considerable. Se había impuesto en Francia y Bélgica, España también estaba tomando el camino liberal (aunque no mediante una revolución, sino por la peculiar situación que vivía el país; la pequeña reina Isabel II debió apoyarse en los liberales, ya que los absolutistas estaban de parte de su tío Carlos María Isidro por ser varón), Gran Bretaña, que ya era liberal, había hecho importantes reformas para mejorar el sistema...  Aunque quedaba mucho por hacer ya no se la podía considerar una ideología minoritaria.

2) Naturaleza del Liberalismo: El propio liberalismo había  cambiado, sus fuerzas estaban más organizadas y cohesionadas, pero también estaban perdiendo parte de ese utopismo de los primeros tiempos. Así lo hemos visto en el caso francés;  en cuanto logra sus objetivos con el Orleanismo, cierra las puertas a cualquier reforma social que ponga en peligro el poder conseguido.

3) La Santa Alianza:  La Santa Alianza sigue funcionando, pero va perdiendo fuerzas frente a los estados liberales. Ellos cada vez son menos mientras que las fuerzas del cambio no hacen sino aumentar.

4.3 Revoluciones de 1848 o “la primavera de los pueblos”.
Características Generales: La revolución de 1848, también conocida como la Primavera de los Pueblos, es con diferencia, el más importante y complejo de todas las de este periodo. Los principales elementos a tener en cuenta son los siguientes:

1)      Liberalismo: Ha madurado, se ha hecho más fuerte y ha empezado a cambiar. La Revolución de 1848 será el último suspiro de ese liberalismo romántico y utópico, frente al que se impondrá otro mucho más práctico y conservador.

2)      Nacionalismo: Ha ido asentándose a lo largo de la primera mitad del siglo y llega ahora en plenitud de facultades, tanto es así que el aspecto nacional supera en algunas zonas, como la alemana, la italiana y la austriaca, al componente liberal.

3)      Movimientos sociales: Las masas habían ido adquiriendo progresivamente más  protagonismo en cada uno de los movimientos revolucionarios anteriores y  en 1848  alcanzan una importancia capital. Las causas de esta relevancia son:

a)      Por el progreso material: La Revolución Indutrial en pleno desarrollo, había logrado para mediados de siglo, un aumento de las masas urbanas y del número del proletariado industrial que son las bases de estos movimientos sociales.
b)      Por el progreso ideológico: Al mismo tiempo se habían ido configurando lentamente su ideología política y aunque el socialismo, el anarquismo y el movimiento demócrata estaban aún en sus inicios, ya daban un soporte teórico a las reivindicaciones de las masas.
c)      La revolución del 48 coincidió con una crisis de subsistencia, agraria y financiera, de manera que el pueblo estaba aún más decidido a reivindicar sus derechos.

Francia: De nuevo fue el foco de los movimientos revolucionarios que después se extenderían por Europa. 

Aunque en Francia ya se había implantada un sistema liberal, lo cierto es que había generado mucho descontento entre buena parte de la población, a esto había que sumar que la política de la monarquía orleanista se había ido volviendo cada vez más conservadora.

La gota que colmó la paciencia del pueblo francés fue la prohibición de ciertos actos reivindicativos y por ello las clases más humildes, aquellos que habían sido excluidos del gobierno, no tuvieron más remedio que lanzare a las calles al tener el parlamento vetado. Las calles de París volvieron a llenarse de barricadas, el ejército se levantó en armas contra el rey y finalmente Luis Felipe de Orleans se vio obligado a abdicar.


Se formó un gobierno provisional de carácter revolucionario en el que estaban incluidos desde los liberales conservadores hasta dos representantes obreros. El régimen que se impuso incluía república, sufragio universal, ampliación de derechos (al trabajo, prensa, asociación...) incluso se crearon los Talleres Nacionales, para dar trabajo a los obreros en paro por la crisis.

Sin embargo, en plena crisis el entusiasmo inicial fue cediendo y en las siguientes elecciones el pueblo francés dejó bien claro su intención de un sistema político mas moderado. El nuevo gobierno decidió, entre otras medidas, cerrar los Talleres Nacionales lo que provocó un motín popular.

Este nuevo intento de revolución fue sofocado y sólo logró que la clase media francesa se decidiera por una figura autoritaria que fuera capaz de mantener el orden al tiempo que se conservaba lo mejor del liberalismo. Esa persona fue Luis Napoleón Bonaparte;  claramente liberal, heredero del prestigio revolucionario de su tío Napoleón Bonaparte, pero también con un garante de orden y estabilidad.

Su carrera política reprodujo la de su  antecesor casi completamente, en 1851 dio un golpe de estado ante la imposibilidad de ser reelegido y en el 52 se proclama así mismo Napoleón III emperador de Francia  con el apoyo de su nación manifestado en un referéndum.

Austria y Hungría: Bohemia, Hungría, los rumanos de Transilvania,  los territorios italianos... prácticamente todas las nacionalidades contenidas en el Imperio Austro-Húngaro se revelaron para obtener su independencia, hasta en la misma capital Viena se produjo un levantamiento liberal que terminó por lograr la caída de mismísimo Metternich. Aunque los  levantamientos del imperio fueron sofocados lo cierto es que sólo se consiguió con grandes dificultades (para vencer a los húngaros necesitaron más de un año y la ayuda rusa). El mismo corazón del sistema de la restauración había estado en verdadero riesgo.

Alemania: Se dieron varios intentos de revolución. Lo más significativo fue la propuesta de unidad en el Parlamento de Frankfurt a través de una asamblea constituyente y sufragio universal, pero el rey de Prusia no lo apoyó y fracaso. Esto demostró que si Alemania iba a conseguir ser un estado, no lo haría desde el liberalismo progresista

Italia: Piamonte se  puso a la cabeza del movimiento y trataron de unificarse en la Republica de los Estados Pontificios, pero Austria se opuso y los venció de nuevo

Conclusiones:

El nacionalismo del 48 se entendía como una especie de fraternidad romántica, pero el fracaso de esta idea (Austria, Alemania, Italia) hará que los esfuerzos se inviertan en un nacionalismo menos amable y más patriotero, menos  progresista y utópico y mas conservador y belicista, ya no será la expresión de un pueblo mediante la revolución, sino de un estado mediante la guerra.

El liberalismo también cambiará, el 48 será el punto de inflexión de este pensamiento,  que se va a ver superado por la izquierda, por los demócratas y los socialistas, y por ello se volverá claramente conservador. Habiendo conseguido el poder, casi toda Europa es liberal de uno u otro modo,  dejará de usar la revolución, como medio de actuación  y deja de ser un elemento dinamizador, un motor de cambio de la sociedad, para pasar este testigo al Nacionalismo y al Socialismo.
 

 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario